jueves, 31 de enero de 2013

Aprender inglés abre puertas

http://i48.tinypic.com/2iie7nb.jpg
En los Estados Unidos, la experiencia de los que hemos podido aprender inglés se basa en emplear el idioma como herramienta y como un puente que nos conduce desde un ámbito cultural a otro. El idioma como herramienta -palabra asociada con el trabajo- es una noción común y familiar en los Estados Unidos. Tanto ciudadanos como inmigrantes consideran el aprender el inglés -o el español, en el caso de los estadounidenses- como una ventaja que ofrece un sinfín de oportunidades laborales.
Ciertamente, adquirir el “otro idioma” implica una posibilidad de abrir nuevas puertas a la oportunidad. Entonces, no es desatinado pensar que aprender otro idioma es una importante inversión en uno mismo.
Pero el aprender inglés no es meramente una cuestión de tener dos herramientas, sino también es adquirir una llave: esa llave que abre las puertas de la mente. Puertas que se entremezclan con las demás, las que nos llevan a las oportunidades laborales.
Detrás de estas puertas también se multiplican infinitas oportunidades -más infinitas que las laborales- que nos muestran todas las facetas de nuestra identidad que podemos desarrollar. Quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser en una cultura diferente. 

La experiencia bilingüe 

El aprender inglés y su cultura es entonces el proceso por el cual nuestro crecimiento personal se enriquece. Nuestros deseos, nuestra memoria, nuestros afectos, nuestra curiosidad, en fin, todos los cachivaches espirituales que nos hacen quienes somos en relación con el mundo que nos rodea pueden ampliarse y alcanzar nuevos logros.
Un ejemplo común ocurre cuando volvemos a nuestra tierra a visitar a nuestras familias y amigos queridos. Para ellos, ya no jugamos de locales, nosotros mismos nos sentimos un poco “extraños”. Pero tampoco jugamos de locales aquí, en éste nuestro país de adopción. Entonces, aprender inglés tan bien como hablamos español nos da mayores posibilidades de sentirnos fuertes en ambas situaciones, y no vulnerables o debilitados.
Porque una identidad bilingüe es, en cierto modo, la manera que tenemos de adueñarnos de todos los ámbitos que nos rodean y de participar en ellos. Participar y decidir por nosotros mismos y no dejar que otros lo hagan por nosotros. Tener una mejor comunicación con nuestros hijos, con nuestros compañeros de trabajo, adquirir nuevos amigos y formar parte activa de una comunidad en la que no nos sintamos marginados.
También podemos pensar la identidad bilingüe como un camino que vamos formando a cada paso y abriendo cada puerta. Otros caminos se entrecruzan y pueden orientarnos hacia distintas partes del mundo exterior y, a la vez, al de nuestro mundo interior y nuestro crecimiento personal.
Parafraseando al poeta español Hernández, si el camino se hace al andar, la experiencia de la identidad es constantemente abrir puertas y andar los caminos. Experiencia común de todos los inmigrantes en los Estados Unidos, donde el primer desafío, el que marca la experiencia de la identidad, es adquirir la llave, la herramienta que abre puertas, aprender inglés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario